Abandonando el Salat Al-Fajr
Pregunta: ¿Cuál es el veredicto respecto al abandono de Salat al-Fajr?
Respuesta: Al abandonar el salat al-Fajr, si lo que está implicado (en la pregunta) es el abandono de la oración en congregación, entonces esto es haraam y un pecado. Esto es porque es obligatorio para el hombre el rezar en congregación.
Y si lo que está implicado (en la pregunta) es que él la abandona por completo o no reza, excepto después de la salida del sol, entonces él está en extremo peligro, tanto es así que algunos de los Sabios mantienen la opinión de que quien sea que deja una oración (obligatoria) hasta que termina el tiempo en que puede hacerla sin una razón islámicamente legítima, entonces como resultado él es un kaafir. Así que es obligatorio para aquel en tal condición arrepentirse ante Allah (sólo) y volver a adorar a su Señor.
Sheikh Ibn ‘Uthaymeen.
Fataawa Manaar al-Islaam - Volumen 1, Página 133, Pregunta No.101
Sahih Al-Kalim At-Taiyib
12.- Suplicaciones durante la oración (en rukú (inclinación), postración y asiento entre postraciones)
70.- Fue reportado por Huthaifa (رضي الله عنه) que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) fue escuchado decir, durante su rukú (inclinación en la oración): “Subhana Rabia al-Athim” (Glorificado sea Mi Señor, el Más Grande), tres veces. Y cuando él (صلى الله عليه وسلم) se postraba decía tres veces: “Subhana Rabia Al-Ala” (Glorificado sea Mi Señor, el Más Alto).
71.- Ali (رضي الله عنه) reportó una descripción del Apóstol de Alláh en la oración: “Mientras estaba en Rukú, él (صلى الله عليه وسلم) decía: “¡Oh Alláh! A Ti yo te reverencio. En Ti yo creo. A Ti me rindo. ¡Oh Alláh! Mi oído es debido a Ti, (tanto como es) mi vista, mi cerebro, mis huesos y mis nervios”. Después de levantarse del Rukú, él (صلى الله عليه وسلم) continuaba: “Alláh escucha a aquellos quienes lo alaban a Él. ¡Oh Nuestro Señor! A Ti es debida toda la alabanza, tanta como para que llene los cielos, la tierra, la distancia entre cualquier cosa más que Tú quieras y desees”. Al postrarse, él decía: “¡Oh Alláh! A Ti yo me postro. En Ti yo creo. A Ti yo me rindo. Mi cara se postra ante Ti, quien la creó; le dio forma y abrió su oído y su vista. Bendito sea Él, el mejor de los Creadores”.
72.- Aisha (رضي الله عنها) dijo: “El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) siempre decía durante el Rukú y la postración: “¡Glorificado seas Tú, Nuestro Señor! Toda la alabanza es debida a Ti. ¡Oh Alláh! Discúlpame y perdóname”, en un intento de usar el significado del verso coránico: “Elabora la alabanza de Tu Señor y busca el perdón. Verdaderamente él es el Perdonador” (71:10).
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