Sahih Al-Kalim At-Taiyib
8.- Oraciones al entrar al hogar de uno
47.-
El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Si uno pronuncia la remembranza de Alláh, el Altísimo al entrar al hogar de uno y al comer la comida de uno, Satán dirá (a sus agentes) que ustedes los han privado de ambos, de quedarse y de la cena (en la casa de esa persona) debido a la remembranza de Alláh, el Altísimo. Pero si la persona entra a su casa y no pronuncia la remembranza de Alláh, él (Satán) dirá (a sus agentes) que ustedes le han garantizado el permiso para quedarse (en la noche en su hogar). Y si la persona no pronuncia la remembranza de Alláh al comer, él (Satán) dirá (a sus agentes) que ustedes les han asegurado ambos, quedarse en la noche y tener la cena”.
48.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Cuando uno entra a su casa, debería decir: “¡Oh Alláh! Pido de ti la mejor entrada y la mejor salida. En el nombre de Alláh, el Altísimo, nosotros hemos entrado, en el nombre de Alláh, el Altísimo (deberíamos) salir Nosotros contaremos con Nuestro Señor”. Luego uno debe saludar a la familia de uno”.
49.- El Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) dijo: ”¡Hijo! Si entras a tu morada después de saludar, ello será una bendición para ambos, para ti y para tu casa”.
Libro de la Sabiduría 3
I• La superioridad de la sabiduría
54. Abû Huraira relató que un beduino se acercó al Mensajero de Dios (B y P), mientras él enseñaba a sus discípulos, y le dijo: ‘¿Cuándo será la hora?’ El Mensajero de Dios (B y P) siguió hablando; entonces, algunos dijeron: ‘No le gus- tó lo que dijo (el beduino)’. Otros dijeron: ‘No lo oyó’; hasta que terminó de hablar. Entonces, dijo: «¿Quién preguntó por la Hora del Juicio?» El be- duino dijo: ‘Soy yo Mensajero de Dios’. Le dijo: «Cuando la confianza (en la autoridad y la hon- radez) se pierda, espera la llegada de la Hora». El beduino preguntó: ‘¿Y cómo se perderá la con- fianza?’ El Profeta (B y P) respondió: «Cuando la autoridad y el poder se entregue a gente incapaci- tada espera, pues, la Hora».
II • Quien levanta la voz difundiendo la sabiduria
55. ‘Abdullah Ibn ‘Amrû relató: ‘El Profeta (B y P) se retrasó un poco de nuestro grupo en un viaje que hacíamos. Cuando nos alcanzó, la oración nos apremiaba y realizamos la ablución (wudû). Solo nos frotábamos los pies (sin lavar- los correctamente); entonces, él clamó a toda voz: «¡Ay de los talones en el Fuego!». Lo hizo dos o tres veces’.
III • El imâm (lider) interroga a sus compañeros para probar su conocimiento
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