La inadmisibilidad de la aceptación de la ayuda monetaria de los innovadores
Shaykh Muhammad Al Imaam:
Desde luego es conocido que aquellos que llaman hacia la innovación y al partidismo han tomado ante ellos mismos de juntar riquezas internamente y externamente (del país de Yemen). Y se los dan generosamente a quien desea estar con ellos en la falsedad. Por lo tanto, no es admisible para aquello quien cree en Allah y en el día final de aceptar el dinero por que la aflicción de esas sectas y partidos es muy severa.
Seguramente detrás de cada camino maligno que abandona la verdad y de su gente, revuelve su líder musulmán, su alianza con los enemigos del islam y la apertura de rangos de los musulmanes con tal de que el enemigo se abalance con los musulmanes, etc. Así que si uno dice:” si yo impongo las restricciones en aceptar ayuda monetaria, entonces estaría en la oposición del libro de Allah (subhana wa ta ‘alaa) y de la sunnah del mensajero”. La respuesta a esto es: lo que ha aparecido de estos grupos y partidos de la desviación es suficiente para estar distanciado de ellos (y de sus riquezas) y de sus peticiones, incrementa la cautela y la separación de ellos.
Esto es por que el musulmán no esta a salvo en caer en trampas del desvío, busca ayuda que es de Allah ta ‘alaa en separarnos de ellos y advertir en contra de ellos.
مأخوذ من الكتاب: الذل و الصغار على من قبل من المسلمين مساعدة الكفار
ترجمة: نجيب بن يوسف الأنجلسي
Sahih Al-Kalim At-Taiyib
11.- Suplica al inicio de la oración
63.- Al Apóstol de Alláh le fue dicho que hiciera una pausa por un periodo corto antes de comenzar la recitación en la oración. Viendo esto Abu Huraira (رضي الله عنه) preguntó: “¡Oh Profeta de Alláh! ¡Pueden ambos de mis padres ser sacrificados por ti! ¿Qué dices cuando haces pausa antes de recitar (en la oración)?”. Él (صلى الله عليه وسلم) dijo: “Yo digo: “¡Oh Alláh! Haz la distancia entre mis pecados y yo como la distancia entre el Este y el Oeste. ¡Oh Alláh! Purifícame de mis pecados como las ropas blancas están limpias de todas las impurezas. ¡Oh Alláh! Lava mis pecados con nieve, agua (lluvia) y granizo”.
64.- Es reportado de Jobair bin Mutim (رضي الله عنه) quien vio al Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) ofreciendo la oración y diciendo (al principio): “Alláh hu Akbar” (Él es grande). Toda la alabanza es debida a Alláh. Toda la Gloria pertenece a Alláh, el Altísimo, en el día y en la noche. Yo busco refugio con Alláh, el Altísimo del demonio maldito (la arrogancia), su respiro (poemas), su silbido y su susurro (la muerte espiritual)”.
65.- Es reportado de Aisha (رضي الله عنها) y Abu Said (رضي الله عنه) que el Apóstol de Alláh (صلى الله عليه وسلم) al principio de la oración acostumbraba decir: “Toda la Gloria es debida a Ti. ¡Oh Alláh! Bendito es tu nombre. Nada es igual a Ti. No hay deidad sino Tú”.
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