El libro del Istisqa-17
I• Al-istisqâ’

 

547. ‘Abdullah bin Zayd dijo: ‘El Profeta (B y P) salió a pedir a Dios el agua y volteó su manto.’ En otra versión dice: ‘Y rezó dos rak‘ât’.

 

II • La plegaria del Profeta (B y P):

«Haz que (la sequía y la ham- bruna) les dure años como los años (de sequía y hambruna) de Yûsuf«

548. Ya mencionamos el hadiz de Abû Hurai- ra (Nro. 545) sobre la plegaria del Profeta (B y P) por los débiles entre los creyentes y contra la tri- bu de Mudar; en esta versión añade: ‘El Profeta (B y P) dijo: «Que Dios perdone a la tribu de Ghi- fár y salve a la de Aslam»’.

549. ‘Abdullah Bin Mas‘ûd dijo: ‘Cuando el Profeta (B y P) vio que la gente rechazaba el Is- lam dijo: ‘¡Oh Dios! ¡Envíales (una hambruna de) siete años como los siete años (de hambruna) de Yûsuf! La hambruna les afectó por un año y fue tal que la gente empezó a comerse los cueros y ca- rroña hasta el punto de que la persona veía humo en el cielo de tanta hambre que tenía. Abû Sufiân fue ante el Profeta (B y P) y le dijo: ‘¡Muhammad! Tú ordenas a la gente que obedezcan a Dios y que mantengan las relaciones familiares. Pues tu gen- te está muriendo; pide a Dios por ellos’. Dios dijo: ¡Espera, pues, el día que el cielo traiga un humo visible, que cubra a los hombres! Será un castigo doloroso. ¡Señor! ¡Aparta de nosotros el castigo! ¡Creemos! ¿De qué les servirá la amonestación si ha venido a ellos un enviado que habla claro y se han apartado de él y dicho: ‘¡Es uno a quien se ha instruido, un poseso!? Vamos a apartar de vosotros el castigo por un tiempo pero reincidi- réis’ El día que hagamos uso del máximo rigor, Nos vengaremos (44:10-16). El máximo rigor es seguramente el día de Badr. El rigor, el humo, el lizám y el verso de la sura de los bizantinos ya han ocurrido’.

550. ‘Abdullah bin ‘Umar dijo: ‘El siguiente verso se me vino a la memoria mientras veía el rostro del Profeta (B y P) mientras pedía la lluvia a Dios, y no dejó de hacerlo hasta que el agua em- pezó a correr por los techos, Abû Tâlib dijo: Un blanco (el Profeta (B y P)) a quien se solicita que pida la lluvia; y que cuida de los huérfanos y es guardián de las viudas...’

551. Anas relató que ‘Umar bin Al-Jattâb solía pedir a Al-‘Abbâs bin ‘Abdul Muttalib que ruegue a Dios por lluvia cada vez que había una sequía. Solía decir: ‘¡Oh Dios! Solíamos solicitar a nues- tro Profeta que Te pida lluvia, y nos dabas lluvia. Ahora pedimos a su tío que te ruegue. ¡Oh Dios! Bendícenos con la lluvia’. Y llovía.

 

 

III • Salat al-istisqâ’ en la mezquita principal

552. Sharík bin ‘Abdullah relató que Anas dijo: (El hadiz mencionado Nro. 519; donde un hom- bre pide al Profeta (B y P) que ruegue por lluvia en el ÿum‘a) ‘Y no vimos el sol por seis días. Lue- go entró un hombre por esa puerta mientras el Mensajero de Dios (B y P) estaba de pie pronunciando la jutba del ÿum‘a siguiente. El hombre se dirigió, de pie, a él y dijo: ‘¡Mensajero de Dios! Las propiedades se han destruido y los caminos se han cortado; pide a Dios que retenga la lluvia’. El Mensajero de Dios (B y P) levantó las manos y dijo: «¡Oh Dios! Alrededor nuestro y no sobre no- sotros. En las planicies, en las montañas, las coli- nas, en los valles y donde crecen los árboles». Así que la lluvia se detuvo y salimos andando bajo los rayos solares.’

 

IV • El istisqâ’ en la jutba del ÿum‘a sin dirigirse hacia la qibla

553. Y Anas relató: (Del mismo hadiz ante- rior) ‘El Mensajero de Dios (B y P) levantó ambas manos y dijo: «¡Oh Dios, bendícenos con lluvia! ¡Oh Dios, bendícenos con lluvia! ¡Oh Dios, ben- dícenos con lluvia!»’

V• Cómo el Profeta (B y P) se vol- vió de espaldas a la gente

554. El hadiz de ‘Abdullah bin Zayd sobre el is- tisqâ’ ya fue mencionado (Nro. 547). En esta ver- sión dice: ‘Y se volvió de espaldas a la gente. Se dirigió a la qibla durante su plegaria y volteó su manto. Luego nos dirigió en dos rak‘ât recitando en voz alta.’

 

VI • El imâm levanta ambas manos en el istisqâ’

555. Anas bin Mâlik relató: ‘El Profeta (B y P) nunca elevaba sus manos en la plegaria excepto en el istisqâ’, cuando las elevaba hasta que se veía la blancura de sus axilas’.

 

VII • Qué decir si llueve

556. ‘Âisha relató que el Mensajero de Dios (B y P) solía decir: «¡Que sea una lluvia benefi- ciosa!» cuando veía la lluvia.

Cuando arrecia el viento

557. Anas bin Mâlik relató que, cada vez que arreciaba el viento, la ansiedad aparecía en el ros- tro del Profeta (B y P) (temiendo que sea la furia divina).

 

IX • Las palabras del Profeta (B y P): «Se me dio la victoria con el saba (viento del este)»

558. Ibn ‘Abbâs relató que el Profeta (B y P) dijo: «Se me dio la victoria con el Saba (viento del este) y ‘Ad fue destruido con Al-Dabúr (viento del oeste)».

 

X• Lo que se dice sobre los terre- motos y otras señales (del Día del Juicio)

559. Ibn ‘Umar relató que el Profeta (B y P) dijo: «¡Oh Dios! Bendícenos en Shâm (la ‘Gran Si- ria’) y en el Yemen». (Los sahabas) Dijeron: ‘¿Y en Al-Naÿd (Zona central de la Península Arábiga)?’ Dijo: «¡Oh Dios! Bendícenos en Shâm (la ‘Gran Siria’) y en el Yemen». Dijeron: ‘¿Y en Al-Naÿd?’ Dijo: «Allá habrá terremotos y atribulaciones. Y de allí surgirá la cabeza de Satán».

 

XI • Nadie sabe cuándo vendrá la lluvia sino Dios Altisimo (ta‘âla)

560. Ibn ‘Umar también dijo: ‘El Mensajero de Dios (B y P) dijo: «Las llaves de lo Oculto son cin- co; nadie las conoce sino Dios. Nadie sabe lo que ocurrirá mañana; nadie sabe lo que encierran los úteros; nadie sabe lo que obtendrá mañana; nadie sabe dónde morirá y nadie sabe cuándo lloverá»’.

 

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