بسم الله الرحمن الرحيم
Retrasar la oración hasta que la menstruación inicia
Pregunta planteada a Šaiḫ Ṣālih al-Fawzān (que Allāh lo proteja):
Pregunta:Si el tiempo de Ṣalātu ʾl-ʾIšāʾ [1] entra, sin embargo la mujer no ora en el principio de su tiempo, sino que lo retrasa hasta la mitad de su tiempo, incluso lo retrasa aún más, hasta el final de su tiempo; luego su ciclo mensual viene de repente ¿Ella debe compensar esa oración obligatoria que retrasó después de que ella quede limpia de su menstruación o no? También, ¿Cuál es la norma si ocurre lo contrario? Ella queda limpia de su menstruación y aún es el tiempo de la Ṣalāh obligatoria de una de las cinco oraciones obligatorias ¿Ella la reza o no?
Respuesta:Si la mujer llega a (el tiempo de) la oración de una de las (cinco) oraciones, y ella no la realiza hasta que su menstruación le llegó, es obligatorio para ella orar esa oración cuyo tiempo llegó –y que ella no rezó cuando estaba limpia de su menstruación– cuando su menstruación se vaya y ella se quede limpia. Eso es porque la oración se convirtió en obligatoria para ella ya que entró el tiempo de la oración (mientras ella estaba en un estado de pureza de la menstruación). Y del mismo modo, lo contrario. Si la mujer se queda limpia de la menstruación durante el final del tiempo de la oración, es obligatorio para ella hacer el ġusl y orar esta oración. También ella debe rezar la oración anterior a esta, [si es] que se puede combinar. Así que si ella fuera a quedar limpia al final del tiempo de Ṣalātu ʾl-ʿAṣr, ella ora aẓ-Ẓuhur y ʾal-ʿAṣr. También la que queda limpia (de la menstruación) al final del tiempo de Ṣalātu ʾl-ʾIšāʾ, entonces ella hace la oración al-Maġrib y al-ʾIšāʾ.
Sahih Al Bujari
El libro Revelación 1
1. ‘Umar Ibn Al-Jattâb dijo: ‘Oí al Mensajero de Dios (B y P) decir: «Las obras son según las in- tenciones y cada persona será recompensada se- gún su intención. Así pues; quien haya emigrado por algún beneficio mundanal o por casarse con una mujer, su emigración será para lo que él quiso»’ .
2. ‘Âisha relató que Al-Hâriz bin Hishâm pre- guntó: ‘¡Oh Mensajero de Dios! ¿Cómo te llega la revelación divina?’ y el Mensajero de Dios (B y P) respondió: «A veces la revelación me llega como el tintineo de una campana y esta es la forma más dura de revelación. Este estado termina cuando he asimilado la revelación. Otras veces el ángel viene a mí con forma humana y yo asimilo todo lo que me dice». ‘Âisha añadió: ‘En verdad, le he visto recibiendo la revelación y noté que, en un día muy frío, corría el sudor por su frente después de terminar la revelación’.
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