Haadith

El Libro de las injusticias-47


I• El desquite en los casos de injusticia

 

1113. Abû Sa‘îd Al-Judrî dijo: ‘El Mensajero de Dios (B y P) dijo: «Cuando los creyentes cru-

cen a salvo por sobre el Fuego, serán detenidos sobre un puente arqueado entre el Paraíso y el In- fierno. Allí se desquitarán entre ellos de todas las injusticias que se cometieron en la vida munda- nal. Cuando ya estén purificados se les permitirá entrar en el Paraíso. Y ¡Por el que tiene el alma de Muhammad (B y P) en Su mano! Cada uno reco- nocerá su aposento en el Paraíso mejor de lo que reconoce su hogar en la vida mundanal»’.

 

II • Las palabras de Dios: ¡sin duda! La maldición de Dios recae sobre los opresores... (11:18)

1114. Ibn ‘Umar dijo: ‘Oí al Mensajero de Dios (B y P) decir: «Dios llamará al creyente y lo cubri- rá con Su velo. Le dirá: ‘¿Reconoces tal pecado? ¿Reconoces tal pecado?’ El creyente dirá: ‘Sí mi Señor’ hasta que reconocerá todos sus pecados y pensará estar arruinado. Dios le dirá: ‘Yo te los he ocultado en vida y Yo te los perdono hoy’ y le da el libro con sus buenas obras. En cambio los in- crédulos y los hipócritas: Los testigos dirán: Es- tos fueron los que mintieron sobre su Señor ¡Sin duda! Que la maldición de Dios caiga sobre los opresores (11:18)»’.

 

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El Libro de los Hallazgos-46


I• Si el dueño del objeto hallado lo describe con sus características se le debe entregar

 

1111. Ubay bin Ka‘b dijo: ‘Encontré una bolsa con cien dinares y fui ante el Profeta (B y P). Él dijo: «Anuncia tu hallazgo por un año». Lo anuncié por un año y no hallé a nadie que supiera de la bolsa. Fui ante el Profeta (B y P) y él me dijo: «Anúncialo por un año». Así lo hice y tampoco encontré quien sepa de la bolsa. Así es que fui ante el Profeta (B y P) por tercera vez y me dijo: «Conserva la bolsa y la cuerda que la aseguraba y cuenta el dinero que contiene. Si su dueño viene se lo das y si no, pues disfrútalo»’.

 

II • Si alguien halla un dátil en el camino

1112. Abû Huraira relató que el Profeta (B y P) dijo: «A veces vuelvo a mi hogar y encuentro un dátil caído en mi lecho y lo levanto para comerlo. Pero después lo lanzo por temor a que sea de alguna caridad».

 

El Libro de los Litigios-45


I• Lo que se cita sobre las personas y las disputas entre un musulmán y un judío

 

1107. ‘Abdullah bin Mas‘ûd relató: ‘Oí a un hombre recitar una aleya del Corán de forma dis- tinta a la que había oído del Profeta (B y P) re- citar. Así que tomé al hombre por su mano y lo llevé ante el Mensajero de Dios (B y P). El Profeta (B y P) dijo: «Ambos estáis en lo correcto; no dis- putéis, pues la gente anterior a vosotros disputa- ban y fueron destruidos»’.

1108. Abû Huraira dijo: ‘Dos hombres se in- sultaron: Uno de los musulmanes y uno de los judíos. El musulmán dijo: ‘¡Por el que prefirió a Muhammad sobre toda la humanidad!’ El ju- dío dijo: ‘¡Por el que prefirió a Mûsâ sobre toda la humanidad!’ Y el musulmán abofeteó al judío en la cara. El judío fue ante el Profeta (B y P) y le relató lo sucedido entre él y el musulmán. El Profeta (B y P) mandó llamar al musulmán y le preguntó al respecto. El musulmán le relató sobre el incidente y el Profeta (B y P) dijo: «No me ele- véis por encima de Mûsâ; pues la gente perderá la conciencia el Día de la Resurrección y yo estaré entre ellos. Sin embargo; seré el primero en recu- perar la conciencia; y veré a Mûsâ de pie junto al trono. Y no sabré si perdió la conciencia y la re- cuperó antes que mí o simplemente no perdió la conciencia»’.

1109. Anas relató que un judío aplastó la ca- beza de una muchacha con dos piedras. (La chica agonizaba). Se le dijo: ‘¿Quién te hizo esto? ¿Fu- lano? ¿Fulano?’ Se le fueron mencionando nom- bres hasta que se mencionó el del judío; entonces ella asintió con la cabeza. El judío fue captura- do y confesó haberlo hecho. Entonces el Profeta (B y P) ordenó que se le aplaste la cabeza con dos piedras.

 

II • Las palabras de los litigantes

1110. El hadiz de Al-Ash‘az (Nro. 1092) fue re- cientemente mencionado y en él se menciona que disputó con un hombre de Hadramawt (en el Yemen). En esta versión dice: ‘Disputó con un judío’ (probablemente de Hadramawt).

 

El Libro prestamos-44


I• Quien toma los bienes de la gente con intención de devolverlos o arruinarlos

 

1102. Abû Huraira relató que el Profeta (B y P) dijo: «Quien toma los bienes de la gente con la in- tención de devolverlos, pues Dios los devolverá por él. Y quien toma los bienes de la gente para arruinarlos, pues Dios lo arruinará a él».

 

II • Saldar las deudas

1103. Abû Dharr dijo: ‘Estaba con el Profeta (B y P) cuando él vio –la montaña de Uhud– y dijo: «No me gustaría que esta montaña se me convierta en oro; excepto que (lo gaste todo por Dios y) no me quede nada de él en tres días, ni un solo dinar, sólo guardaría un dinar para pagar una deuda». Luego dijo: «Los que tienen más (en esta vida) son los que tendrán menos (en la otra); excepto los que gastan aquí y allí su dinero (en la causa de Dios), pero estos son muy pocos» y dijo: «Permanece donde estás». Luego se adelantó un poco y oí una voz; quise alcanzarle pero recordé que me dijo: «Permanece donde estás hasta que venga a ti». Cuando volvió le dije: ‘¡Mensajero de Dios! ¿Qué fue esa voz?’ –o dijo: ¿Qué fue la voz que oí?–. Él dijo: «¿Es que has oído algo?» Dije: ‘Sí’. Dijo: «Ÿibrîl (P) vino a mí y dijo: ‘Quien mue- ra de tu nación sin asociar cosa alguna a Dios en- trará en el Paraíso’». Dije: ‘¿Aunque haga tal o cual cosa (robar o fornicar)?’ Dijo: «Sí»’.

 

III • El pago de las deudas en buena forma

1104. Ÿâbir bin ‘Abdullah dijo: ‘Fui ante el Pro- feta (B y P) y lo encontré en la mezquita a media mañana. Me dijo: «Reza dos rak‘ât». El me debía algo, así es que me pagó y me dio algo más’.

 

IV • La oración fúnebre por un difunto endeudado

1105. Abû Huraira relató que el Profeta (B y P) dijo: «Yo soy el más cercano a los creyentes en este mundo y en el otro. Si queréis leed: El Profe- ta está más cerca de los creyentes de lo que ellos están de sí mismos (33:6). Cualquier creyente que muera y deje algún bien, pues que lo hereden sus herederos, sean quienes sean. Y si deja una deu- da o una descendencia necesitada, pues yo soy su custodio».

V• Las prohibiciones respecto al despilfarro

1106. Al-Mugîra bin Shu‘ba dijo: ‘El Profeta (B y P) dijo: «Dios os ha prohibido: El maltrato de las madres, enterrar vivas a las recién nacidas y negar los derechos de los pobres y los necesitados. Dios detesta: Los chismes, las preguntas excesivas y el despilfarro»’.

 

El Libro Regadios-43

I• Sobre la distribución del agua

 

1088. Sahl bin Sa‘d dijo: ‘Al Profeta (B y P) se le trajo un recipiente y bebió de él; a su derecha estaba un muchacho, el menor de los presentes, y a su izquierda estaban los ancianos. El Profeta (B y P) dijo: «Oye muchacho ¿Me permites que dé (el resto) a los ancianos?» El muchacho dijo: ‘¡Mensajero de Dios! No daré preferencia a nadie antes que yo para tomar lo que sobraste’. Y el Profeta (B y P) se lo dio.’

 

1089. Anas bin Mâlik dijo: ‘Una vez se ordeñó una oveja doméstica, en mi casa, para el Mensaje- ro de Dios (B y P); luego se mezcló la leche con un poco de agua del pozo que había en mi casa. Un recipiente con esta leche fue alcanzado al Men- sajero de Dios (B y P) y él bebió del mismo hasta que retiró el recipiente de su boca. A su izquierda estaba Abû Bakr y a su derecha había un bedui- no. ‘Umar dijo, pues temía que dé el recipiente al beduino: ‘¡Mensajero de Dios! Dáselo a Abû Bakr que está cerca de ti’. Sin embargo se lo alcanzó al beduino que estaba a su derecha, luego dijo: «Hay que empezar por el que está a la derecha»’.

 

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